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Hologramas Geométricos... ¿Y eso para qué?
Son cada vez más las personas que al contemplar el arte geométrico de Janosh sienten que no
les deja indiferentes. Pero... ¿y eso por qué ocurre? Para empezar porque estamos ante un
lenguaje que entiende nuestro subconsciente, ya que es de lo que está formada nuestra cadena
de ADN y todo lo que existe en el universo. El Cosmos está basado en Leyes que se expresan en
geometría, en códigos matemáticos, y producen orden, equilibrio y armonía. Tal y como dijo
Platón, "la Geometría Sagrada es el lenguaje del alma".
Y esta geometría es de la que se construyen, capa a capa, los códigos o hologramas que crea
Janosh. A mi también me gusta llamarle Geometría Consciente, ya que al comunicarnos con ellos podemos hacer consciente la información que recibe nuestro subconsciente. Podríamos decir que el hemisferio izquierdo del cerebro, la parte más racional, descodifica la información y la ordena. El hemisferio derecho conecta con la belleza y con nuestra parte más intuitiva, con nuestra verdad, con nuestro corazón. Ambos en equilibrio crean paz y armonía.
¿Has oído hablar de los Mandalas? ¿Esas bonitas formas geométricas que tanto se usan hoy en
día en decoración o para meditar o colorear? Se ha comprobado que se usan desde las culturas
más ancestrales para entrar en estados de meditación profundos, para lograr esa des-conexión de la mente más activa y llegar a un punto neutro de equilibrio y paz interior. Pues los hologramas geométricos de Janosh con los que trabajamos tienen una función que va más allá. Además de generar este estado de bienestar (puedes comprobarlo colgándonos en una sala y sintiendo como cambia la energía del espacio), también trabajan a su vez en la re-programación a nivel ADN de creencias, bloqueos y programas que han quedado ya ahí instalados.
Pero esta re-programación cuántica, permite a su vez la toma de consciencia para poder, así, cambiar hábitos y acelerar el proceso de transformación y re-educación con uno mismo.
¿Y dónde reside la diferencia? Los mandalas son formas geométricamente perfectas.
Sin embargo, en los hologramas hay un % de imperfección, lo que hace que al contemplarlos nuestro subconsciente se active y se ponga a trabajar; porque todos los seres humanos tenemos algo en común: re-creamos la imperfección para que se vuelva "perfección". Pongo "perfección" entrecomillado porque podríamos entrar aquí en un gran debate al respecto de qué es perfección, de si existe o si es una mera perspectiva, etc. Pero lo que nos importa ahora es que para el universo sí existen unas leyes que, cuando se cumplen, nos permiten seguir nuestro propio ritmo natural en armonía con todo lo que existe. La vida deja de ser una lucha, fluye a través nuestro y nosotros fluimos con ella, nos abrimos a la magia y confirmamos nuestros pasos con las sincronías que nos guían en el camino.
Lo más interesante de estos hologramas es que podemos usarlos a nivel personal (meditando con ellos o realizando las activaciones audiovisuales) y también las podemos usar para realizar
Terapia Energética o Lecturas del Alma a otras personas.
¡Es impresionante lo rápido que llega la información y cualquiera puede hacerlo!
Todos podemos ser Espejos del Alma.
